nutrición deportiva

Mitos sobre la pérdida de peso

Tanto en la sociedad como en los gimnasios, circulan muchas leyendas sobre la pérdida de peso que es necesario desterrar, sobre una base de conocimiento científico y fisiológico. A continuación cito algunos de ellos:

  • El ejercicio provoca una pérdida de peso corporal: FALSO

Para perder grasa es necesario que se dé un déficit calórico a lo largo del día. Está claro que hacer ejercicio puede ayudarnos a quemar más calorías, pero está sobrevalorado como método para perder grasa corporal. Sí que es, sin duda, un buen método para mantener el peso perdido y también para reducir el stress ( lo cual también puede reducir el ansia por comer). Además, acelera el metabolismo, nos hace sentirnos bien y nos motiva a mantener unos hábitos de alimentación más saludables. Pero recuerda, por mucho que entrenes, si después ingerimos muchísimas calorías con alimentos ricos en azúcares y grasas saturadas, echarás por tierra todo el beneficio del ejercicio.

  • Para perder grasa corporal, hay que hacer ejercicio de baja intensidad: FALSO

Sólo se pierde grasa corporal, creando el déficit calórico del que he hablado anteriormente. Para conseguirlo, puede ayudar el ejercicio físico o reducir las calorías que ingerimos, o mejor, una combinación de ambas cosas. Ciertas investigaciones concluyen que quemar grasa mediante la actividad física no influye en la pérdida de grasa corporal.  Pero por otra parte, el ejercicio de baja intensidad puede mantenerse durante más tiempo y, por tanto, llegar a quemar más calorías que con otro ejercicio más intenso. El ejercicio de alta intensidad, no obstante, contribuye a tener un porcentaje de grasa corporal más bajo.

  • Los hombres pierden peso más rápido que las mujeres cuando hacen ejercicio: CIERTO

Por leyes de la Naturaleza, los hombres poseen unas características genéticas que los hacen más aptos que las mujeres para ser buenos cazadores, mientras que las féminas son fértiles y tienen más grasa corporal que los hombres. Ante una elevada actividad física, la naturaleza trabaja duro para proteger esa reserva de grasa de las mujeres, ya que lo puede interpretar como una fase de privación (debido al déficit calórico).

  • Para reducir grasa del estómago y las caderas, deben hacerse abdominales: FALSO

Mediante el ejercicio no puede eliminarse grasa localizada de una zona del cuerpo determinada. Cuando hay pérdida de grasa, se pierde en todo el cuerpo y no sólo en la zona que se trabaja.

  • Si se lesiona y no hace ejercicio durante más de una semana, sus músculos se convertirán en grasa: FALSO

El  músculo no puede convertirse en grasa, ni la grasa en músculo; no son intercambiables. Cuando se hace ejercicio, se desarrolla tejido muscular. Si consumes menos calorías de las que gastas, reduces grasa corporal. Si por una lesión u otro motivo, no se puede hacer ejercicio, lo que sucede es que el músculo reducirá su tamaño. Por otro lado, si se engorda durante ese tiempo de inactividad, suele estar causado porque la ingesta calórica es superior a la que se gasta, si seguimos comiendo  lo mismo o incluso más que cuando hacíamos ejercicio. Lo normal en el organismo es que el apetito también se reduzca con la reducción de la actividad física, excepto cuando se come por otros factores, es decir,  por  hambre «emocional» y  no fisiológica (aburrimiento, ansiedad, depresión, nerviosismo, etc..). Es importante, por esto, aprender a diferenciar una u otra.

  • La celulitis es un tipo de grasa «especial», que aparece cuando una persona ha ganado y perdido peso muchas veces: FALSO

No están totalmente definidas, hoy por hoy, las causas de la aparición de celulitis. Se acusa según muchos estudios, al aumento de volumen de las células del tejido adiposo (que es más abundante en mujeres que en hombres), cuando comemos en exceso y se llenan estos depósitos. También hay teorías que la acusan a la pérdida de tejido conjuntivo que hace que las células grasas se separen. También está demostrado que el factor genético es muy relevante y por último, la edad: a medida que envejecemos, la piel pierde elasticidad y se hace más delgada. En esto último influye en gran medida nuestros hábitos alimenticios saludables y la ingesta habitual de alimentos ricos en atioxidantes, sobre todo si eres deportista.

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